Confidencialidad
Como psicólogo colegiado estoy sujeto a un Código Deontológico que exige la privacidad y confidencialidad de toda la información aportada por la persona que acude a consulta.
En el ejercicio de mi profesión como psicólogo parto de una serie de valores o premisas:
Como psicólogo colegiado estoy sujeto a un Código Deontológico que exige la privacidad y confidencialidad de toda la información aportada por la persona que acude a consulta.
Una persona puede acudir a una consulta por múltiples razones: problemas emocionales, dificultades en sus relaciones, alteraciones psicológicas, etc. El objetivo es enseñarle una serie de estrategias para ayudarla a mejorar y solucionar sus problemas.
Pero mostrando el máximo respeto por sus creencias, valores, ideología, orientación u otros ámbitos de su privacidad.
El objetivo de la intervención y tratamiento es exclusivamente la mejora de las dificultades que presenta la persona.
La actitud que se adopta en la consulta está basada en la comprensión de la persona sin realizar juicios de valor.
La Psicología es una ciencia de la salud. Y, como tal, dispone de teorías y técnicas fiables y válidas. En mi proceder me baso en métodos exclusivamente científicos. Concretamente, sigo un modelo de tratamiento cognitivo conductual, reconocido por su rigor y efectividad por la comunidad científica. Pero estoy abierto a las innovaciones y desarrollo de la disciplina, por lo que he incorporado nuevas formas de tratamiento pertenecientes a los últimos avances (terapias de tercera generación) como la atención plena y la activación conductual.
Una de las máximas en Psicología es la amabilidad en el trato, tanto por los beneficios a nivel terapéutico como porque favorece un clima de colaboración.