¿Querer y deseo pueden ir separados?
Desde los especialistas en terapia sexual en Granada queremos daros a conocer múltiples opiniones sobre si es posible desear o tener relaciones sexuales si no hay amor por medio. La evidencia indica que es posible desear y tener relaciones sin amor pero también lo contrario, que se puede querer y/o amar sin desear sexualmente.
Hay que recordar que somos seres vivos y que la sexualidad es una función de nuestro organismo. Por lo tanto, tenemos predisposición para sentir deseo sexual (tanto los varones como las mujeres). Y la realidad es que hombres y mujeres de diferentes culturas tienen relaciones sexuales con otras personas al poco tiempo de conocerlas cuando aún no hay amor ni sentimientos de querer.
El porqué sí lo harán unas personas y otras no, depende de numerosos factores que influyen en el deseo de cada persona: momento histórico, factores culturales, religiosos, educativos, hormonales, la experiencia personal pasada, características de personalidad, etc. Estímulos como el beber alcohol favorecería la desinhibición y tener relaciones sexuales, o la estimulación de salir de fiesta, etc. Y puede que algunas parejas que tengan relaciones solo por atracción física, a medida que tengan prácticas sexuales, dada la íntima vinculación que estas suponen, comiencen a sentir cariño y amor. O uno de los dos sí y la otra persona no. Y también la posibilidad contraria que, tras una o varias relaciones sexuales, se disipen los encuentros.
Pero también sucede al contrario. Que los dos miembros de una pareja se quieran pero no tengan deseo sexual. Ocurre en numerosas relaciones con el paso del tiempo. En realidad, el amor se compone de sentimientos de intimidad y reciprocidad hacia la otra persona pero también de fisicidad y deseo sexual (pasión). Pero con el paso de los años puede que se produzca una disminución de la pasión. Se ha observado en numerosas culturas; normalmente a partir del cuarto año de relación. Entre las causas, puede producirse una habituación hacia el físico o cuerpo de la pareja. Ya mi pareja no me parece tan estimulante sexualmente como al principio.
En algunos casos se produce en un miembro de la pareja y, en otros, en ambos. Factores como la habituación, cambios corporales o cambios en los gustos, estresores como la falta de tiempo, los niños, el trabajo, problemas emocionales… pueden provocar la disminución parcial o total del deseo hacia mi pareja. En parejas ancianas, tras 50 ó más años de relación, posiblemente el deseo sexual de ambos haya disminuido bastante. Puede que ya no deseen como al principio, pero puede que se quieran incluso más.
Esperemos que le haya sido útil esta información que os damos desde terapia sexual en Granada.
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