Intervención con adultos
En el área de adultos, entre otras dificultades, se tratan problemas como:
- Depresión, tristeza, apatía y problemas de estado de ánimo.
- Baja autoestima, inseguridad, poca confianza en sí mismo/a, bajo autoconcepto.
- Ansiedad, nerviosismo, angustia y ataques de ansiedad.
- Síntomas fisiológicos de la ansiedad: taquicardia, mareo, ahogo, molestias estomacales, etc.
- Inestabilidad emocional, dependencia emocional…
- Miedo, fobias y agorafobia.
- Dificultades en las relaciones: timidez, conflictos frecuentes, inseguridad, miedos.
- Estrés, cansancio, malestar, problemas de sueño.
- Obsesiones, pensamientos extraños, manías, rituales y compulsiones.
- Pérdida de seres queridos, duelo, dificultad para superar hechos traumáticos.
- Depresión postparto; malestar ante cambios vitales (de trabajo, de relación, familiares).
- Ira, hostilidad, enfados frecuentes, frustración y agresividad.
- Impulsividad e hiperactividad en adultos.
- Problemas de imagen corporal.
- Tics y hábitos nerviosos: morderse las uñas, arrancarse pelo, carraspeo, tics motores, autolesiones, etc.
- Hipocondría y miedo a las enfermedades.
- Celos, perfeccionismo, exceso de control y rigidez.
- Trastorno bipolar y trastornos de la personalidad.
- Delirios y pensamientos extraños.
- Adicciones: alcohol, drogas, juego, nuevas tecnologías, adicción al sexo…
- Problemas familiares.
- Entrenamiento en solución de problemas.
- Mejora y entrenamiento de habilidades sociales.